Los gigantes de internet se encuentran inmersos en una batalla contra la difusión de la desinformación, un fenómeno que preocupa cada vez más a ciudadanos y Gobiernos. El dilema al que se enfrentan plataformas y redes, como vectores de distribución de bulos e informaciones tóxicas, afecta directamente al núcleo de su negocio. ¿Deben impedir que los usuarios compartan contenidos sin parar? ¿Son las empresas responsablesde lo que la gente publica? ¿Se puede obligar a que filtren previamente los contenidos? Al fin y al cabo, ¿es conveniente dejar la decisión de decidir qué es verdad o mentiraa estas compañías multinacionales?
Plataformas y redes, como vectores de distribución de bulos
Desinformación, mentiras y redes sociales: cómo se frena todo esto
