Con este mensaje titulé también la “Carta a los Lectores” de diciembre de 2019 en el número 39 de Cuadernos de Periodistas, que dirigí desde finales de 2011 hasta principios de 2021. Tres presidentes de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) -Carmen del Riego, Victoria Prego y, finalmente, Juan Caño- me honraron con el encargo de continuar el trabajo de editar esta publicación de la APM, iniciada por mi buen amigo y paisano Fernando González Urbaneja en el año 2004. Aquel titular era consistente y coherente con el propósito de Cuadernos desde sus inicios: reflexionar sobre el futuro del periodismo.
A lo largo de esos nueve años y medio, publicamos 18 números de Cuadernos (desde el 24 hasta el 41), que contaron con la colaboración de decenas de colegas preocupados por el periodismo. Un Comité Editorial, en parte continuista y en parte renovado con el paso del tiempo, siguió estimulando el debate sobre los temas relevantes de cada momento y seleccionó los nombres de profesionales cualificados para encargarles los artículos de la revista. Siempre hemos mantenido el criterio inicial de encargar los trabajos a personas cualificadas y dejarlas discurrir sin límites de espacio y de contenido.
El papel de las televisiones públicas ocupó el tema central de mi primer número como director, en 2012; y, en este sentido, poco se ha avanzado en nuestro país. Las cadenas públicas siguen padeciendo los mismos síntomas de entonces, aunque haya pasado más de una década: déficit de austeridad, de neutralidad y de profesionalidad, en buena medida por la permanente, y a veces grosera, intromisión partidista de Gobierno y oposición, más dispuestos a interferir que a contribuir a una televisión de todos, de calidad, limpia y con costes razonables.
No obstante, ha sido la renovación de los medios -los retos tecnológicos de la era digital- el tema que más se trató en las páginas de Cuadernos de Periodistas durante aquellos años. La importancia de la verificación para conseguir credibilidad, así como la buena gestión del derecho de rectificación, también fueron analizados en ese periodo. Pero, sobre todo, la emergencia irresistible de las redes sociales y su impacto en el periodismo ha sido una preocupación constante en Cuadernos, especialmente los riesgos de desinformación y el espacio otorgado a la mentira (realidad alternativa) y a la manipulación más descarada. El impacto de Twitter -hoy, X- como fuente (poco fiable) de información fue tratado igualmente en las páginas de la revista. Asimismo, el creciente poder dominante y avasallador de las grandes empresas tecnológicas, que unas veces parecen aliadas del periodismo y otras, enemigas peligrosas.
El informe del juez británico Leveson sobre la intromisión en la intimidad y el fracaso de los sistemas de autorregulación ocuparon bastantes páginas de Cuadernos, con distintas aproximaciones. El debate y el dilema sobre la autorregulación versus la regulación tuvo también espacio en la revista. La autorregulación puede ser vacuna preventiva de la regulación, pero hace falta asumirla y practicarla.
La pandemia de coronavirus fue el tema central de mis dos últimos números como director, en 2020, cuando la primera ola del virus nos encerró en casa y nos obligó a reinventar el flujo informativo y la forma de relacionarnos y de organizar las redacciones.
Han sido años de cambio, de profundas mutaciones, de crisis y de amenazas a la libertad de expresión y de información y al ejercicio del periodismo profesional. De una edad de oro pasamos a otra de barro y plomo. Cuadernos ha querido ayudar a detectar los riesgos y explicar las amenazas, también las oportunidades, contribuyendo a difundir reflexiones y algunas propuestas.
A principios de 2021, cuando me tocó ceder la dirección de la publicación, el propósito de Cuadernos seguía siendo el original.
No quiero olvidar en estas líneas la colaboración permanente de Blanca Bertrand, de Sergio J. Valera y de Xose Martín, del departamento de Comunicación y Publicaciones de la APM, sin los que la revista hubiera tenido una vida más complicada. Y gratitud a los sucesivos presidentes de la APM (Carmen, Toya y Juan), quienes han sostenido y animado la utilidad de Cuadernos.
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