En mi artículo anterior de esta serie[1], argumenté que los datos, incluso cuando son imprecisos e incompletos, como los que vamos teniendo sobre la marcha de la pandemia de COVID-19, pueden ser suficientemente buenos para ir comprendiendo la realidad e ir tomando decisiones razonablemente adecuadas a las circunstancias. Pero, para que eso suceda, nos tenemos que acercar a los datos con la actitud adecuada, con un espíritu racional y escéptico, que implica aceptar que estos puedan poner en cuestión nuestras ideas preconcebidas. (más…)
Buena prensa
El test de Rorschach de la pandemia
