El suceso tenía todos los ingredientes para convertirse en una gran serpiente de verano y lo fue. Un joven apuesto, de aspecto casi angelical, hijo de un conocido actor, candidato él mismo a convertirse en una celebridad de la prensa rosa, es detenido el 5 de agosto pasado acusado de un crimen horrible: matar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta, con el que mantenía una relación sexual, y esparcir sus restos por distintos lugares de la isla tailandesa Samui, considerada un destino de turismo sexual. A los ingredientes descritos se añadía la sequía informativa del verano, que hizo que los medios, y muy especialmente los magazines televisivos, se volcaran inmediatamente en el seguimiento del caso.
El riesgo de la crónica negra es siempre el sensacionalismo. Explotar los aspectos más morbosos para atraer audiencia. En este caso, se han narrado con todo lujo de detalles aspectos escabrosos del crimen, se ha especulado sobre las motivaciones y se han aventurado teorías acusatorias y exculpatorias sin ninguna base. Hay que señalar que la policía tailandesa, interesada en exhibir sus éxitos, ha contribuido a una cobertura sensacionalista, facilitando imágenes de la detención, de los movimientos del acusado antes y después del crimen y de la reconstrucción judicial de los hechos.
La policía tailandesa ha contribuido a una cobertura sensacionalista, facilitando imágenes de la detención, de los movimientos del acusado y de la reconstrucción judicial de los hechos
Muchos medios se apoyaron en la prensa local, especialmente en el Bankok Post, para hacer el seguimiento, y algunos medios de la prensa rosa y algunos magazines televisivos enviaron periodistas a la isla para cubrir el suceso.
El resultado fue que buena parte de las parrillas y tertulias del verano siguieron hasta la saciedad los nuevos ingredientes del caso, presentados muchas veces como incógnitas resueltas que solo eran especulaciones. El hecho de que el detenido hubiera confesado ser autor del crimen dejaba poco margen para las dudas, pero pronto se observó la tendencia de algunos medios a buscar detalles exculpatorios.
Noticias como “El impactante testimonio de un joven acosado por Edwin Arrieta: ‘Yo también podría haberle matado’” o “La Fiscalía culmina su venganza contra Daniel Sancho” expresaban un enfoque informativo sesgado, aportando explicaciones, justificantes o atenuantes sobre el crimen. La idea de que Sancho era objeto de chantaje por parte de Arrieta o que se defendió de un intento de violación fueron difundidas con ánimo exculpatorio. Se generó desde esos medios una especie de corriente de empatía hacia el acusado, incluida la idea de que debía ser indultado.
Algunas noticias expresaban un enfoque informativo sesgado, aportando explicaciones, justificantes o atenuantes sobre el crimen
Otros medios hurgaron en la vida privada del joven y del cirujano con tal saña que los abogados designados en España por la familia presentaron una demanda contra el grupo Mediaset para que cesaran en lo que consideraban un acoso informativo.
Meses después de la detención, la defensa del imputado cambió su declaración y negó que fuera un crimen premeditado. La muerte habría sido, según esta nueva versión, un accidente y el descuartizamiento, una acción refleja ante el temor de ser inculpado.
Como bien saben los medios rigurosos, el principal riesgo del periodismo de sucesos es la tendencia al sensacionalismo. Cuando se produce una bola de nieve como esta, en la que todos los medios se vuelcan en cubrir el suceso, el gran reto del buen periodismo es hacer un esfuerzo de contención y no dejarse atrapar en la estrategia de parte de las fuentes.
El principal riesgo del periodismo de sucesos es la tendencia al sensacionalismo
Si el periodista depende para hacer la cobertura de una de las partes, ya sea la acusación o la defensa, el enfoque tiene muchas probabilidades de no ser ecuánime. Es preciso buscar las diferentes versiones, identificar claramente las fuentes a las que se atribuyen y tratar de remitirse lo máximo posible a los hechos comprobados.
Es preciso buscar las diferentes versiones, identificar claramente las fuentes y tratar de remitirse lo máximo posible a los hechos comprobados
Este tipo de noticias tienen un gran potencial para atraer audiencias. Algunos programas se regodearon en los detalles del crimen y especularon sobre la naturaleza de las relaciones que mantenían los dos hombres. Se divulgaron imágenes de Sancho anteriores y posteriores al crimen, llevando a la víctima en motocicleta, comprando los elementos necesarios para el asesinato, así como del lugar donde se produjo la muerte y de la reconstrucción de los hechos de la mano de la policía tailandesa. Todas ellas fueron facilitadas por la propia policía.
Se produjo una espiral informativa muy parecida a la que se desencadenó en el caso de Marta del Castillo y, antes, en los crímenes de Alcàsser. A pesar de la autocrítica que los medios hacen cada vez que se producen excesos sensacionalistas, una y otra vez caen en la misma deriva.
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